Hola Jazzyblogger, supongo que te habrás olvidado de mí a estas alturas, ¿no? Hace más de un año que no publico nada por aquí…
Como amante de la música y persona a quien le apasiona el jazz, creo que ¡tienes que leer este pequeño articulo!
En él te cuento algunas reflexiones que, tras una complicada cirugía de garganta, hizo el famoso Saxofonista de Jazz y ganador de 11 premios Grammy: Michael Brecker.
Hoy compartiré contigo la fascinante historia sobre la experiencia que nos narra el saxofonista militar Larry Weintraub: donde nos cuenta cómo durante una Masterclass en 2003, pudo tocar para Michael Brecker (y este le criticó).
Al final del email te daré un enlace en el que puedes leer el artículo original (en inglés). Y aunque en ese articulo, Larry describe cómo Michael compartió sus conocimientos y consejos con todos los músicos de la U. S. Navy, lo que más me ha llamado la atención es lo tremendamente humilde que era este Titán del Saxofón que tanto admiro desde mi adolescencia. Por más información que busco sobre él, en concreto sobre su personalidad, no encuentro más que referencias a la humildad que practicaba este Gigante del Jazz.
Michael Brecker posando con Larry Weintraub
Aunque me parece harto interesante que Michael Brecker les diera algunos consejos a los músicos de la banda militar para mejorar su sonido y técnica, e insistiera en hacer más trabajo en equipo… lo que me parece realmente interesante, si cabe, es el hecho de que Michael Brecker también aprendió trucos sobre cómo cuidar las cañas de saxofón de la mano del propio Larry Weintraub (un muchacho que por entonces era MU2: Músico de segunda clase del ejército americano).
En esta masterclass, Brecker comenzó hablando de su propia vida: contando la historia de cómo su padre -un abogado que tocaba muy bien el piano- solía invitar a quienquiera que estuviera tocando en la ciudad a pasar por su casa para hacer una Jam Session informal y casera. Literalmente dijo que su padre “demandaba durante el día y swingaba por la noche” 🤣🤣🤣
También me gustaría destacar que, a pesar de que Brecker fue muy crítico en algunos aspectos, Larry sintió que en todo momento lo hizo desde el respeto y con un enfoque positivo con el claro objetivo de querer ayudarlos a mejorar, haciendo una buena reflexión sobre lo importante que es para una banda que los músicos trabajen juntos como una familia y no en grupitos por separado.
Una vez más queda patente el enfoque humilde que Michael Brecker tenía sobre la música. Un enfoque para nada egocéntrico, pese a ser un gran líder reconocido mundialmente. Para mí es uno de mis “Héroes del Jazz”: quizás el que me mira desde el más alto pedestal, no lo sé… Pero por eso mismo dediqué mi TIFC (Trabajo de Investigación de Fin de Carrera) a analizar en profundidad el estilo virtuoso de este gran saxofonista de Jazz.
Por supuesto, en aquella Masterclass no faltaron las típicas preguntas de los músicos sobre el setup de una leyenda como Brecker. A lo que él contestó que su equipo no era nada especial: que tocaba un saxofón tenor Selmer Mark VI, una boquilla Dave Guardala hecha especialmente para él y cañas LaVoz Medium… enfatizando la importancia de usar “lo que funciona para cada uno” y no obsesionarse con lo que yo personalmente llamo “la cacharrería”.
Brecker vino a decir algo así como que “creía que mucha de la publicidad que encontramos en las revistas especializadas no son más que una exageración de la realidad para fomentar el consumismo”. Y yo estoy de acuerdo con Larry Weintraub en que esto es un mensaje importante que todos los músicos deberíamos tener en muy en cuenta.
Brecker contó que, de hecho, antes de tocar con la boquilla Guardala, él mismo tocaba con una boquilla marca Otto Link (metálica) y unas cañas más duras. Este conjunto le ofrecían mayor resistencia a la emisión, sin embargo, debido a los problemas que tuvo en la garganta y al colapso de pulmón sufrió, necesitó una complicada cirugía de garganta. Tras pasar por quirófano tuvo que encontrar un nuevo material más cómodo que le permitiera expresarse a través de su saxofón. También les mostró la cicatriz que le atravesaba la garganta de punta a punta.
Luego vino la cuestión de ¿cómo practicar la Improvisación de Jazz? A lo que Michael contestó que él “tomaba cualquier idea melódica, frase o lick y la tocaba pasando a través de todas las tonalidades. Comenzando la idea en la parte más grave del instrumento y trabajándola hasta la parte más aguda, yendo al registro altissimo si fuera posible”.
También les contó que en casa tenía toneladas de cuadernos donde había ido compilando las ideas que ha ido tocando en todas las tonalidades durante años, pero eso sí: “las escribía en una sola tonalidad y las aprendía de oído o relacionando las escalas o grados con el acorde subyacente», y añadió que “si las escribes en todas las tonalidades, nunca aprenderás la idea por completo».
Justo esta es la manera en la que pido a mis alumnos que aprendan las frases y licks que les propongo. Es la única forma de hacer que estos Elementos del Lenguaje de Jazz -que para mí son la base de todo nuestro vocabulario-, constituyan parte de nuestro ADN musical.
Si quieres saber más sobre mi enfoque en el estudio diario te dejo aquí este interesante vídeo desde donde podrás descargar un Diario de Práctica para Músicos de Jazz:
Bueno, no quiero extenderme más porque valoro mucho tu tiempo, pero si quieres saber todo lo relacionado con esta martesclass te recomiendo que sigas leyendo el artículo original (en inglés) aquí: https://www.bestsaxophonewebsiteever.com/musical-tips-wisdom-day-spent-michael-brecker/
Para finalizar sólo quiero compartir dos ideas más que, en mi opinión, caben destacar de aquel encuentro:
- Que Michael Brecker comentó que parte de su preparación diaria antes de un concierto es llamar a su manager para saber “dónde se celebra y qué tipo de bolo es: grabación en estudio o concierto con una banda de jazz, de funk o de rock”, y añadió que “él nunca salía de casa sin probar su equipo antes; asegurándose de que su saxo funcionara a la perfección y de llevar, al menos, dos cañas realmente buenas”.
- Sobre las cañas, comentó que le gustaba tener sus cañas húmedas y que las guardaba en una pequeña bolsa hermética de las de guardar el almuerzo (las que se usan también para congelar alimentos). Sin embargo, le preocupaba que las cañas se terminaban llenando de un moho negro para el que Larry Weintraub le compartió la solución que aprendió en un Simposio de Saxofón de la mano de otro músico militar:1) Consigue un bote hermético y llénalo con una mezcla: 50% de agua y 50% de enjuague bucal.
2) Antes de tocar sumerge tu caña en esta solución por un tiempo inferior a un minuto.
3) Cuando termines de tocar seca la caña y sumérgela de nuevo por unos segundos, sécala y luego ponla en el protector de cañas (portacañas)
4) Por último, y esta es la parte más importante: pon la caña dentro de su protector y métela en una bolsa con cierre zip, pero no la cierres completamente: déjale abierto un centímetro para dejar entrar aire.
¿Tú te atreves a probar este método? Brecker dijo que lo probaría sin falta, pero no sé qué resultado le daría…
Lo que yo estuve haciendo durante años era mantenerlas sumergidas en una solución de 70% Agua y 30% Vodka.
Pero ahora no sé, estoy tan contento con esta cajita para almacenar cañas que no paro de recomendarla a todo el mundo: https://amzn.to/41qtlre
Sin más, esto es todo por el momento. Espero que te haya gustado este artículo y poderte contar más historias en breve.
¡Un abrazo, y gracias por estar siempre ahí!
Abraham de Román